miércoles, 3 de febrero de 2016

CRASH BOOM


CRASH BOOM

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Carlos no podía creer lo que le estaba pasando.
Estaba de pie junto a su maltrecho vehículo haciendo un parte amistoso.
Esto sería normal en cualquier situación cotidiana, pero esta no lo era, Carlos había chocado contra un tren su nave espacial.
Tanto el maquinista como él no se ponían de acuerdo en quien había tenido la culpa del siniestro. - Maldita sea- pensó, esto me va a llevar más tiempo del que esperaba, y mis padres me están esperando para cenar.
Intentó bajar la música que escupía el Radio-Casette a un volumen que hacía casi imposible la comunicación con el otro conductor, la archifamosa Macarena de “Los del Rio” sonaba una y otra vez como si se hubiera creado un bucle maligno en el interior de la cinta de 60 que había comprado el día anterior.
La cosa parecía empeorar y ya estaban a punto de llegar a las manos cuando llegó la autoridad.
Sorteando con pericia todo el tráfico existente y aun a riesgo de ser atropellado por un Caballo de mar y el carruaje de Cenicienta que pasaban por allí, el agente, de piel color aceituna, consiguió separarles, no sin cierto riesgo para su persona, pues los mordiscos y patadas parecían provenir de todas partes.
De repente se detuvo el carrusel y cesó la música.
En un corto espacio de tiempo, se presentaron junto a ellos tanto los padres de Carlos, así como los padres del maquinista de tren, y aunque en principio se temió por la seguridad de todo el parque de atracciones, finalmente el grupo se disolvió sin que la cosa pasara a mayores.
Carlos tenía 7 años, y un largo historial de peleas en el parque…

 

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Maravillosa Foto de mi amigo Nines (Nueve pinceladas)

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Kino Barquilla-Febrero 2016- © Derechos registrados

1 comentario:

  1. Grandioso este relato, aguantando hasta el final la resolución del caso.

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