El Capitán James Garfio la cogió suavemente de la mano. -Vamos
amiga, ya es hora de partir a “Nunca Jamás”, hoy cruzarás esa hermosa
puerta de rocas por última vez. Allí fondeado, tras ella, se encuentra
el “Jolly Roger” esperándonos.
Miró
al capitán, y decidió que sus ojos tenían el mismo color y forma que
aquel al que había amado hacía años, rápidamente desechó esa idea de su
mente y se dejó llevar por su imaginación. Hacía tiempo que desempolvar
viejos recuerdos le suponía un gran esfuerzo.
Cruzó sin miedo bajo el arco de piedra y dejó de recordar con la sola intención de no volver a olvidar “NUNCA JAMÁS”
Dedicado a todos los que sufren esa maldita enfermedad que les roba todo lo vivido.